Mi santidad bendice al mundo.
En esta leccion para mi se habla de 3 puntos importantes:
1. Mi santa vision significa el fin del sacrificio.
2. El fin del sacrificio sucede porque les ofrece a todos su justo mercecido.
3. Y el tiene derecho a todo, ya que ese es su sagrado derecho como Hijo de Dios.
Voy a comenzar con el primer punto, el fin del sacrificio. Cuando yo era pequeño aprendi de la iglesia que para poder tener el amor de Dios hay que hacer ciertos sacrificios. Un sacrificio es una ofrenda o una abnegación, renuncia o privación que se hace en favor de algo o de alguien, en este caso a la divinidad de Dios o Jesus.
Pero en realidad que podemos ofrecer a Dios que El no lo pueda obtener por si mismo?
Para mi, cuando entendemos y aplicamos la santa vision, podemos entender que no hay ningun sacrificio que hacer para estar conectados con el amor de Dios. Dios no necesita de nuestros sacrificios.
El segundo punto, el fin del sacrificio nos ofrece a todos nuestro justo mercecido. En mi punto de vista, esta frase puede traer confucion. De la forma que yo le entiendo es que todo lo que nos sucede es exactamente lo que nos tiene que suceder.
No significa que porque nos pasa algo malo Dios nos esta castigando, ni que cuando nos sucede algo bueno Dios nos esta premiando. Simplemente que dentro de la omnipotente mente de Dios todo es perfecto, y el plan divino que tiene para cada uno de nosotros es justo y merecido.
Y el ultimo punto, el tiene derecho a todo, ya que ese es su sagrado derecho como Hijo de Dios, explica en detalle porque el plan de Dios es justo y merecido. Tenemos derecho a TODO, porque es nuestro sagrado derecho como hijos de Dios, y somos merecedores del amor incondicional de Dios en todo momento.
Cuando yo practico esta leccion me pregunto a mi mismo: Me merezco toda la abundancia, el amor y la felicidad del mundo?
Al principio se me hacia un nudo en la garganta y un sentimiento de culpabilidad me llenaba mi conciencia. No me sentia merecedor, ni con el derecho a todo.
Poco a poco mis antiguos pensamientos fueron desapareciendo y ahora acepto mi sagrado derecho como Hijo de Dios, soy merecedor y lo acepto con alegria.
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