Dios va conmigo dondequiera que yo voy.
Dios es todo, y su mente es el lugar donde yo vivo. No hay vida, ni existe nada fuera de la mente de Dios.
No importa que tan lejos yo piense que haya ido, la idea de separarme de Dios es imposible, como dice el libro, es tan solo una ilusion.
Dios va conmigo a dondequiera que yo voy, por que yo solo puede existir en el, dentro de su mente, nunca me he separado de el, y el nunca me ha dejado, ni por tan solo un segundo.
El aceptar que somos uno con Dios, es el poder arrojar todas nuestras preocupaciones, miedos, frustraciones, recentimientos y odios al aire, y dejarlos ir.
El libro dice: Es perfectamente posible llegar a Dios. De hecho, es muy facil, ya que es la cosa mas natural del mundo. Yo practico este ejercicio imaginandome que la mente de Dios es como una vasija gigante, la cual esta llena de agua (vida), y yo soy diminuto y estoy sumergido dentro de ella. Para encontrar a Dios, no lo busco dentro de mi, sino yo me trato de encontrarme dentro de el. Cuando me doy cuenta que Dios esta en todo mi alrededor y yo dentro de el, es cuando se que el va dondequiera que yo voy.
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